Miguel Ángel es alumni (BACH’04) y Project Manager en Mercury Engineering en Dublín. Mercury Engineering es una empresa internacional de ingeniería y construcción con sede en Dublín, Irlanda. Se le reconoce por su experiencia en proyectos de ingeniería complejos y su compromiso con la calidad, la seguridad y la sostenibilidad en el desarrollo de proyectos a nivel global. Hace varios años, Miguel Ángel decidió empezar una colaboración entre Mercury Engineering y Tajamar y nos explica cómo lo ha conseguido:
- ¿Cómo involucraste a la empresa donde trabajas para que pudiera ayudar a familias vulnerables de Vallecas a estudiar en el colegio?
La sede de mi empresa está en Dublín, Irlanda. Desde allí hace unos pocos años me hicieron llegar el lanzamiento de una serie de ayudas para colaborar con fundaciones en todos los países donde operamos que desarrollan labores de educación para niños de familias vulnerables. Sin pensarlo dos veces eché la vista atrás y pensé en mi cole Tajamar.
Me puse en contacto con varias personas con las que mantengo relación para conseguir información y estadísticas de la labor que Tajamar desempeña. Gracias a ello conseguí una primera aportación de Mercury que, a lo largo de todos estos años se ha ido inecrementando. Estoy muy orgulloso de ello.
- ¿Cómo crees que la educación en Tajamar influye en las vidas de los alumnos y en sus carreras profesionales?
La educación en Tajamar marca la diferencia por los valores que se imparten desde infantil hasta bachillerato. Los años que yo viví estudiando en Tajamar marcaron de lleno tanto mi vida personal como mi carrera profesional.
En mi vida personal, a parte de la gente maravillosa que conocí, los valores como el compañerismo, respeto hacia los demás y el concepto de familia me permiten tener una ruta clara de vida.
En cuanto a mi carrera profesional, los valores de esfuerzo, trabajo y perseverancia permitieron que acabara la carrera de Ingeniería de Caminos con éxito. Respecto a mi vida laboral los valores citados y la educación obtenida allanaron el terreno para trabajar en grandes empresas multinacionales desempeñando mis responsabilidades con éxito en varios países, dejando huella personal en todas ellas.
Por lo tanto, según mi experiencia creo que la educación en Tajamar influye muy positivamente en las vidas personales y profesionales de cada alumno.
- ¿A qué desafíos te enfrentaste para conseguir esta colaboración? ¿Costó mucho convencer a tu empresa? ¿Cuál fue la clave para que entendieran la importancia de su ayuda?
Uno de los desafíos que recuerdo fue explicar el proyecto Tajamar a la gente de la sede en Dublín. No es fácil para una cultura extranjera entender algunas de nuestras costumbres. Ahora que llevamos más de cinco años construyendo centros de datos en Madrid están más involucrados y entienden más nuestro día a día.
Gracias a la información de la fundación pudieron ver la labor que Tajamar desempeña y quedaron bastantes sorprendidos de la ayuda que se presta en la institución desinteresadamente. Conseguirla costó bastante porque el lanzamiento del plan de ayudas lo conocían los más de los tres mil empleados de Mercury pero lo cierto es que al ser un antiguo alumno quien explicara el proyecto gustó bastante.
La clave que les llevo a entender la importancia de conceder la ayuda fue que estuviera destinada a organizaciones que ayudan a familias en situación vulnerable. En este caso Tajamar ayuda a las familias de Vallecas a obtener una educación de primera. Por lo tanto, cuadró perfectamente para conseguir la ayuda.
- ¿Qué consejos darías a otros alumni para que se animen a promover colaboraciones similares desde las empresas donde trabajan?
El primer consejo es que pregunten a sus empresas si ofrecen ayudas de este tipo, es bastante gratificante. Un gran número de empresas participan en proyectos como los que el cole desarrolla.
Por otra parte, si conocéis que ya existen este tipo de ayudas podéis ofrecer y dar a conocer la labor que Tajamar desempeña.