El concierto benéfico de la Fundación Tajamar evidenció la enorme adhesión que genera esta institución y sus proyectos de promoción de una enseñanza inclusiva y de calidad. La Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música presentó un lleno casi completo el pasado 3 de marzo. El presidente de la Fundación, José María Capapé Hernando, agradeció al público el apoyo prestado con su presencia: «nos confirma en el trabajo que estamos realizando en favor de la educación».
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El frío de esa tarde contrastó con el calor de familia y cercanía que siempre se crea en torno a Tajamar y sus proyectos. Así lo reconocían muchos de los asistentes a su llegada al Auditorio. El estilo del propio director de la orquesta, Dmitri Loos, y el de la presentadora del mismo, Irene Pozo, ayudaron a que todos los asistentes disfrutaran de un programa y una actuación de gran nivel.
El concierto lleva como título “Dos épocas, dos teclados” en referencia al clave y fortepiano. Por eso también, tuvo dos partes. En la primera parte se escuchó el Concierto nº 14 para fortepiano y orquesta en Mi-bemol Mayor de Mozart y, en la segunda, el Concierto nº 1 para clave y orquesta de Bach. El solista Yago Mahúgo hizo gala de su gran virtuosidad.
Unos proyectos de calidad para personas con recursos escasos.
La Fundación está inmersa en proyectos educativos y de promoción del deporte, principalmente en Vallecas, a través del colegio y el club deportivo Tajamar. Su objetivo, como dijo Irene Pozo en la presentación, «es poner al alcance de personas con recursos escasos unos programas educativos de calidad. Y de ahí el lema elegido para este concierto benéfico: TAJAMAR, MODELO DE ÉXITO. UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA Y DE CALIDAD».
El centro educativo y el club deportivo Tajamar son dos de sus principales proyectos, situados en el barrio de Vallecas desde finales de los años 50. La Fundación presta ayuda a 922 alumnos del colegio Tajamar. Estas ayudas se destinan a becas de comedor, a ayudas para participar programas de bilingüismo o jornadas orientación profesional.
En el terreno deportivo, la Fundación también presta una notable ayuda al Club deportivo Tajamar, dedicado a la promoción del deporte base. El mantenimiento de las instalaciones y las ayudas a 300 deportistas cada año hacen posible que muchos jóvenes se beneficien de la práctica deportiva.
Gracias a la ayudas que canaliza la Fundación, ha sido posible que Tajamar tenga más de 17.000 antiguos alumnos, y los alumnos del colegio y del instituto de Formación Profesional dispongan de un profesorado muy bien preparado y de unos equipamientos de vanguardia que hacen posible recibir una enseñanza de calidad. Por ejemplo, el 90% de los alumnos de Fp encuentran trabajo al terminar sus estudios.
